Llamamos larva migrans cutánea a una parasitosis cutánea adquirida por la exposición de la piel a larvas filariformes de parásitos de perros y gatos, como Ancylostoma caninum, A. braziliensis, A. stenophala y Gnathostoma spinigerum o Bunostomum phlebotomum (parásito de bóvidos) o Ancylostoma duodenale, Necator americanus y Strongyloides stercoralis (parásitos del propio hombre), en los que, por razones no conocidas, la larva filariforme es incapaz de penetrar en la profundidad del tejido cutáneo y emigra por el estrato germinativo de la epidermis.
Las causas más frecuentes de larva migrans son A. caninum y A. braziliensis.
Los huevos de estos parásitos son expulsados en las heces de perros y gatos. En terrenos favorables con humedad, los huevos eclosionan, dando lugar a la aparición de larvas rabditiformes y filariformes, que poseen termotropismo positivo, siendo atraídas hacia la piel, la cual perforan. Originan túneles desde el punto de entrada, sinuosos, que avanzan hasta 2-5 centímetros al día.