Sueños eróticos, calientes y lujuriosos

Desde los tiempos más remotos, los sueños hechizaron a los hombres de las más diversas culturas y civilizaciones. Hoy en día a pesar de los avances de las diferentes ciencias, continúan cubiertos por un halo de misterio. Muchos son los interrogantes que circulan en torno de la producción onírica. ¿Se trata de una manifestación química? ¿Es el silencio de nuestro consciente? ¿Tienen valor las diferentes interpretaciones?

Cuando la luz se apaga y nos dormimos entre las suaves sábanas nuestra mente deambula hacia lugares placenteros, donde vivimos de forma intensa la puerta que nos lleva a la satisfacción, al éxtasis, al cerrar nuestros ojos podemos comenzar a liberar los deseos más profundos, que no reconocemos cuando estamos despiertos.

Nuestra cama es ahora nuestro templo para la imaginación, allí es donde compensamos la insatisfacción que tenemos. Los sueños nos revelan nuestros verdaderos deseos, aquellos ocultos y tal vez insólitos.

Los sueños nacen desde el alma, desbordando desde las profundidades de nuestro ser.

Sólo nosotros conocemos esos pasadizos, que nos llevan hasta las escenas donde nos vemos gozando a niveles ocultos para nosotros, pero no para nuestra conciencia.

Los retratos del alma expresando sus deseos mas secretos, su esperanza desalentada, su temor, su ansia por ser correspondido, por ese sueño de protección o consuelo.
Nuestros cuerpos están en un mundo liberado, solo por que no nos atrevemos a soñar despiertos, o quizás esta sea la única forma para alcanzar lo imposible, para realizar aquello que quedo pendiente, porqué el destino se cruzó, la vida no llegó en el minuto exacto, quien sabe porqué.

Mi alma vive el sueño de lo imposible, mi deseo se convierte en aspiración y objetivo, impulsado por la excitación de mi mente.

El camino de mis sueños no es un sendero nuevo, no es más que el recorrido revelador de la dinámica que ocurre en mi interior, en la profundidad de mi conciencia.
Estas escenas preparadas no son más que situaciones reales que vivimos o intentamos vivir o revivir. Temo seguir el camino y enfrentarme con mi realidad.

¿Cuántas veces tuviste ganas de no despertar de tus sueños? Asusta comprender que en ocasiones pocas o muchas, nos conectamos mejor sexualmente con el objeto de nuestro desvelo que con nuestra pareja, o con alguien que nos interesa o suponemos nos interesa.

Nuestra conducta diaria nada tiene que ver con esa persona desenfrenada que sueña. Lo erótico se diferencia de lo social y de las prácticas al estar despiertos.
Sueños impetuosos, absurdos, seductores, perversos, ocultos en nuestro inconsciente, ocultando conflictos, necesidades emocionales y pasionales.

En algunos grupos estos sueños pueden revelarse por miedo a la intimidad y son muy comunes en adolescentes, o en personas que experimentan abstinencia sexual.

Descifrando el sueño podemos saber el grado de represión o negación afectiva y sexual que una persona no puede canalizar en su vida social.

En otros casos, el significado del sueño expresará la amplia gama de posibilidades sexuales que puede y quiere disfrutar en su vida.
Imágenes simbólicas se representan, dictadas por nuestro inconsciente, íntimamente relacionadas con nuestras experiencias emocionales y mentales, aunque en los sueños eróticos las formas se presentan en muchas ocasiones insospechadas y desconocidas, no siempre refleja una lógica de nuestra vida.

Hay un porcentaje muy alto de mujeres que han tenido o tienen sueños eróticos en su vida. Incluso han sentido orgasmos durante los sueños.

Si bien antes de la fecha de menstruación, ovulación o embarazo, las mujeres experimentamos un mayor número de sueños eróticos, muchas de las mujeres que experimentan este tipo de sueños, por lo general cuentan con menos actividad sexual en su vida.

Pero no todas las mujeres vivimos los sueños tan pasionales y hot, hay un alto numero que experimenta terror, dolor, quizás demostrándoles la violencia que viven diariamente, real o negada. Una forma de canalizar esta energía destructiva es a través de los sueños.

También es común para aquellas que los mandatos culturales y religiosos le hicieron ver el sexo como algo pecaminoso y detestable, convirtiéndolas en seres inhibidos sexualmente, experimentando sueños con violaciones o acoso sexual de personas extrañas, desconocidas.
Una mujer con una vida, sexualmente activa, pero con alguna frustración, puede soñar con un conocido, con quien tiene fantasías, alcanzando actos eróticos gratificantes para ella durante la acción onírica.

Muchos hombres, las prefieren desinhibidas, fogosas, suelen tener fantasías y sueños eróticos con mujeres que los desean apasionadamente y están dispuestas a cumplir hasta sus más atrevidos pedidos. También es muy común que ellos sueñen con actos sexuales en forma colectiva (orgías). Si este sueño es muy reiterativo entre el sexo masculino, está relacionado con el placer de la dominación total hacia la mujer que anhelan y no pueden conquistar.

Los adolescentes en especial cuando tienen un sueño erótico, pueden llegar a eyacular en forma recurrente mientras duermen. Estas manifestaciones se utilizan para estudiar el grado de impotencia real, ya que las erecciones nocturnas sirven para descartar el factor orgánico en la mayoría de los casos.

La magia sexual nos saca en velo con el propósito de comprender lo oculto de los sueños eróticos para alcanzar con la pareja el éxtasis, y lograr una profunda comunicación espiritual y sexual.